Tras un pequeño periodo de inactividad bloguera, vuelvo a escribir con un tema que va a cobrar especial relevancia en los próximos meses. Se espera que la Comisión Europea lance a finales de este año o principios del próximo, la primera convocatoria de financiación para proyectos de investigación agraria y alimentaria en el marco del reto 2 del programa horizonte 2020 de 7 años de duración, que sucede a los antiguos 6º y 7º programas marco de investigación y que tendrá 3 programas estratégicos trianuales que darán lugar a programas de trabajo bianuales.

h 2020

La reducción de fondos nacionales para el I+D+i y el incremento (menos cuantioso del anunciado inicialmente) de los europeos, hace presumir una mayor participación de España en los consorcios que presenten propuestas de proyectos a cada uno de las líneas temáticas (los famosos topics) que lance la Comisión. Pero, ¿estamos preparados para tener buenos resultados? Yo creo que sí. Organismos como el CDTi (@CDTioficial) y el INIA están haciendo un gran trabajo por intentar garantizar una buena tasa de retorno de fondos hacia España. 

Según los datos del CDTi para el periodo 2007-2012, España participó en este ámbito en 220 proyectos a través de 227 socios distintos, siendo equipos españoles coordinadores de 27 de ellos y consiguiendo un retorno superior a los 103 millones de euros, lo que supone un 8,7% de lo percibido por los países de la UE-27 (España ocupa la 6ª posición) y un 7,6% del total de países perceptores. Los datos de 2013, aún pendientes de consolidar, apuntan a que la participación de los grupos de investigación y empresas españolas ha mejorado considerablemente. Según las estimaciones del propio CDTi, España superaría se situaría en el 5º puesto por delante de Italia con un retorno total superior a los 138 millones de euros (9,2% de la UE-27, datos superior al retorno medio de dichos países que asciende al 7,0%).

El trabajo coordinado y el esfuerzo de todos por llegar a acuerdos y colaborar, unido a los altos niveles de capacitación de nuestra comunidad científica deberá conducirnos de la mano de nuestras administraciones (que realizan una importantísima labor aquí y en Bruselas) a la obtención de buenos resultados para España que mejoren de forma notable la tasa de retorno. Sin embargo, la Comisión ya ha avisado de que prioriozará aquellos proyectos que incluyan  desde el principio en los consorcios a los usuarios finales de la investigación con el objetivo de reducir la brecha exietente entre las temáticas de la investigación agraria y las necesidades reales de los operadores del sector. Espero que se consiga ese objetivo. Ahora toca trabajar duro y bien y cambiar de paso algunos comportamientos...