Sobre el blog
Este blog pretende abordar temas de actualidad relacionados con la agricultura, la alimentación y el gran consumo además de lobby, marketing, economía, comunicación y las redes sociales.
Las opiniones recogidas en este blog son estrictamente personales.
Hace pocos días tuve la suerte de poder visitar la plataforma logística de la empresa DIA situada en Arroyomolinos (Madrid). Nunca había visitado una y quedé gratamente sorprendido. La primera imagen de la visita, desde una pasarela situada en altura, es sencillamente espectacular. El movimiento de mercancía a ritmo vertiginoso y la precisión con la que se transportan los productos en las diferentes carretillas dentro de la plataforma, recuerda a una coreografía perfectamente sincronizada como si de un espectáculo de El Circo del Sol se tratara.
La plataforma de DIA en Arroyomolinos es una de las 18 que la empresa tiene en España, y cuenta con 19.000 m2 de superficie y presta servicio a diario a las casi 200 tiendas situadas en la parte oeste de la Comunidad de Madrid, así como zonas de Ávila, Segovia y Toledo. Trabajan aproximadamente 200 personas, las cuales gestionan alrededor de 3000 referencias distintas de las que 1700 son de alta rotación (el 95% de los bultos) provenientes de un número incalculable de proveedores con los que el departamento de compras trabaja constantemente. Los pedidos que se envían a las tiendas son diarios en la mayoría de los casos. Sólo en pocas tiendas con menos rotación se envían pedidos cada dos días. El nivel de sincronización es muy alto para conseguir buenos niveles de eficiencia y productividad.
La plataforma cuenta también con un laboratorio de control de calidad que realiza análisis periódicos, sobre todo de productos de marca propia. Destaca igualmente el uso de picking por voz (Voice Picking), una tecnología de reconocimiento vocal a través del cual el operario transmite las órdenes mediante la voz a un terminal informático en la preparación de pedidos. Este punto clave de la distribución agroalimentaria es muy poco conocido por parte de los consumidores. En mi opinión, estas instalaciones deberían abrirse con más frecuencia para que los clientes valoraran en mayor medida el trabajo que hay detrás de ese producto que encontramos permanentemente en el lineal de nuestro supermercado.