La cuota de mercado de las marcas blancas (MDD) en el sector de la alimentación en España ha pasado de 7% en el año 1992 al 34% en la actualidad. En el conjunto de productos de gran consumo, la cuota en España es aún más alta (42%), ocupando España el 4º puesto entre los principales países de la Unión Europea tras Suiza, Reino Unido y Eslovaquia. Entre los productos agrarios de marca blanca más comprados por los consumidores se encuentran las legumbres y arroz (75%), la leche y sus derivados (70%) y el aceite de oliva (57%), condicionante que afecta al funcionamiento de los distintos agentes de la cadena agroalimentaria de forma notable.

 

Uno de los efectos de esta tendencia creciente es la mayor dificultad que tienen determinadas industrias agroalimentarias de marca propia para conseguir situar sus productos en las estanterías de los establecimientos de venta. En general, aquellas industrias que no producen la marca líder de un producto en concreto, son las que mayores dificultades están encontrando para dar salida a toda su producción, ya que algunas cadenas de distribución han optado por vender tan solo su marca blanca junto a la marca líder en cada categoría.  

 

Por todo ello no extraña que determinadas marcas hayan optado por nuevos canales de venta que les permitan dirigirse al consumidor directamente sin pasar por el cuello de botella de la gran distribución. Algunos ejemplos son las yoghourterías de DANONE en Madrid y Barcelona, las tiendas de papel higiénico que la marca RENOVA lleva abriendo desde hace 2 años o incluso los puntos de venta que la conocida Cooperativa del Valle de los Pedroches de Córdoba (COVAP), tiene establecidos desde hace ya algún tiempo. El último movimiento ha sido la puesta en marcha de ALICE, el supermercado de venta on-line de productos exclusivamente de marca de fabricante. Estrategias todas ellas diseñadas con el objetivo de vender su propio producto directamente al consumidor. Esta tendencia puede ser aprovechada por los productores agrarios y tratar por esta vía de incrementar la rentabilidad de sus explotaciones. Recordemos que sin rentabilidad, las explotaciones agrarias desaparecen y, Sin Agricultura, Nada.