Son muchos los que hablan desde hace tiempo de la existencia de un nuevo tipo de consumidor. Un consumidor que demanda ser escuchado y tenido en cuenta por las empresas a la hora de desarrollar productos y servicios que le satisfagan y le aporten valor y que no tiene reparos en lanzar sus opiniones a través de diferentes canales como internet, redes sociales, etc. Es el conocido como prosumidor. Según la wikipedia, la palabra prosumidor, o también conocida como prosumer, es un acrónimo formado por la fusión original de las palabras en inglés producer (productor) y consumer (consumidor). 

Un reciente estudio de la consultora Price Water House sobre la percepción de los clientes refleja que éstos tienen una visión poco alentadora acerca de cómo les tratan las empresas. Sobre una puntuación máxima de 134 -lo que sería una gestión excelente de los clientes- la media de las empresas españolas se sitúa en 56. Sin embargo, si hacemos el análisis por sectores, las empresas agroalimentarias, con  76 puntos, son las que, según los consumidores, realizan una mejor gestión de clientes y las únicas que son capaces de rentabilizarlos. Les siguen otros sectores como los de turismo (66), seguros (65), moda (64), transporte (63) y salud (61), que se sitúan en una zona cercana al riesgo. Las compañías del sector del automóvil, con 57, se sitúan prácticamente en la media, mientras que las de internet, telefonía móvil, banca, gas y electricidad y el sector público son la que reciben peor valoración de los consumidores.

Una de las empresas de alimentación que parecen haber entendido mejor la importancia de considerar como prosumer al consumidor es MERCADONA. Esta empresa dispone desde hace varios años de varios laboratorios o bancos de prueba para investigar con los clientes y definir iniciativas e innovaciones basadas en la experiencia de los consumidores, e incluso de los propios trabajadores. En ellos se testan con clientes tanto los éxitos, como los errores, utilizando posteriormente la información obtenida para tomar la decisión de implantar o no la iniciativa en el resto de las tiendas. Según recoge su memoria de 2012, estos laboratorios se encuentran actualmente centrados en mejorar su sección de frescos, que cuenta con laboratorios específicos en las secciones de horno, pescadería, carnicería, fruta y verdura, y con los que trata de adaptarse a las necesidades de sus clientes.