Esta semana tuve la suerte de poder asistir a la charla sobre gestión de la reputación en internet que D. Bértol Gorospe, director de la empresa idInteligencia, ofreció en el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) dentro del ciclo de conferencias #anticipa2 al que me he referido en otras ocasiones. En ella definió la reputación como el colchón de confianza que tiene cada uno (léase empresa, marca, sector, personaje público, etc.) y puso de manifiesto la creciente dificultad que requiere su gestión, teniendo en cuenta el desarrollo exponencial de las redes sociales y de las denominadas “zonas oscuras” de internet, zonas en las que se generan opiniones sobre cualquier aspecto, llamadas así por la dificultad que tienen las empresas para controlarlas. Y es que nos encontramos en una nueva época en la que las opiniones de cualquier ciudadano anónimo, sean buenas o malas, pueden adquirir una relevancia impredecible en un tiempo record a través de su propagación en Internet.

reputación

La inversión en medios digitales en España en 2010 superó en un 20% la del año anterior. El 62,6% de los ciudadanos navega alrededor de 2,6 horas al día por internet. El 43% de las decisiones de compra se toman ya gracias a la información existente en internet y el 26% de las decisiones de compra se concretan en internet. Resulta imprescindible para cualquier empresa, asociación o entidad sea pública o privada saber qué se opina de ellas en la calle y gestionar de la mejor forma posible su reputación. El sector agroalimentario y los distintos agentes que operan en él no deben quedarse al margen de esta situación. A modo de ejemplo, resulta asombroso conocer cómo el pepino pasó de mencionarse o comentarse en internet 5.000 veces al año en España antes de la crisis del pasado verano a mencionarse, en las semanas que duró la misma, alrededor de 155.000 veces por semana en España y 90.000 en Alemania, país donde se generó dicha alarma sanitaria (los datos incluyen solamente las menciones o comentarios generados por internautas y no las noticias propiamente dichas generadas por los medios de comunicación). Incluso resulta llamativo observar cómo el Ministerio de Agricultura ha sido mencionado en 9.567 ocasiones en los últimos seis meses en España mientras que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino tan sólo ha sido mencionado en 5.709 ocasiones durante el mismo periodo.

La gestión de la reputación es algo que, desde mi punto de vista, el sector agroalimentario debería trabajar de forma conjunta y coordinada. En ocasiones se mira con recelo la pasión con la que los vecinos franceses defienden su agricultura en cualquier foro, sea del tipo que sea, lamentando que en España no esté tan extendida la sensación de aprecio y respeto por una profesión, la de agricultor, que tantos beneficios nos aporta al conjunto de la sociedad. Para corregir esta tendencia, el nuevo equipo de gobierno que ocupe la cartera de agricultura debería desarrollar y liderar una estrategia potente para mejorar la reputación de los profesionales agrarios y del sector agroalimentario en general, huyendo de debates estériles sobre ayudas y subvenciones que transmiten una imagen distorsionada de un sector necesitado de legitimidad y reconocimiento por parte de todos. Recordemos que, Sin Agricultura, Nada.