Ayer, todos los medios de comunicación se hacían eco de las conclusiones del denominado “grupo de sabios” del Ministro Montoro que, entre otras cosas, proponía una nueva subida general del IVA que se paga en España. Además de un incremento del tipo de IVA general del 21% al 23%, el informe propone una subida de los tipos de IVA reducidos del 4% al 5% y del 10% al 13%, los cuales afectan de forma grave al sector de la alimentación. Aunque el propio Ministro Montoro se apresuró a desmentir que el gobierno estuviera pensando en subir el IVA en este momento, en el sector agroalimentario no han tardado en saltar las alarmas.
Foto de @nielsen_spain
La confianza del consumidor, cada día más sensible al precio como se puede apreciar en la imagen, sigue bajo mínimos. La subida del IVA en 2012 fue nefasta para el sector. En ese momento se vivió un hecho sin precedentes: las ventas, por primera vez, no cayeron solo en valor, sino también en volumen, provocando que los españoles no sólo compren más barato, sino menos kilos o menos litros. Tal y como afirmó Javier Campo (presidente de AECOC), “nunca antes las ventas minoristas habían caído como lo hicieron en los meses posteriores a la subida: ni siquiera en 2009, cuando el PIB llegó a descender el 4%, bajaron como los primeros trimestres de 2013, entre el 8% y el 9%”.
Desde 2008 España sufre una crisis de consumo (ver informe del Banco de España) que, en alimentación se acentuó de forma notable durante los años 2012 y 2013. Las ventas de alimentación han venido cayendo casi ininterrumpidamente desde esa fecha, mes tras mes. Las Navidades han servido para comprobar que se tocó fondo en el tercer trimestre de 2013, pero el precio sigue siendo uno de los principales argumento de compra, por no decir el principal, y la sensibilidad a modificaciones de éstos sigue siendo aún muy elevada.
Numerosas voces en el sector han manifestado que la subida de los tipos del IVA puede poner en riesgo la esperada recuperación del sector. Activar el consumo debe ser el objetivo imprescindible para retomar la senda del crecimiento, sobre todo en este sector tan estratégico para nuestra economía. Tal y como se dijo en este blog, el presupuesto familiar se redujo en 4.000€ anuales entre 2007 y 2012 y la parte del mismo destinada a alimentación se contrajo un 8,2% en ese periodo. ¿Pueden las familias y el sector agroalimentario asumir una nueva subida del IVA en alimentación sin que esto conlleve graves consecuencias?
Ayer, todos los medios de comunicación se hacían eco de las conclusiones del denominado “grupo de sabios” del Ministro Montoro que, entre otras cosas, proponía una nueva subida general del IVA que se paga en España. Además de un incremento del tipo de IVA general del 21% al 23%, el informe propone una subida de los tipos de IVA reducidos del 4% al 5% y del 10% al 13%, los cuales afectan de forma grave al sector de la alimentación. Aunque el propio Ministro Montoro se apresuró a desmentir que el gobierno estuviera pensando en subir el IVA en este momento, en el sector agroalimentario no han tardado en saltar las alarmas.
Foto de @nielsen_spain
La confianza del consumidor, cada día más sensible al precio como se puede apreciar en la imagen, sigue bajo mínimos. La subida del IVA en 2012 fue nefasta para el sector. En ese momento se vivió un hecho sin precedentes: las ventas, por primera vez, no cayeron solo en valor, sino también en volumen, provocando que los españoles no sólo compren más barato, sino menos kilos o menos litros. Tal y como afirmó Javier Campo (presidente de AECOC), “nunca antes las ventas minoristas habían caído como lo hicieron en los meses posteriores a la subida: ni siquiera en 2009, cuando el PIB llegó a descender el 4%, bajaron como los primeros trimestres de 2013, entre el 8% y el 9%”.
Desde 2008 España sufre una crisis de consumo (ver informe del Banco de España) que, en alimentación se acentuó de forma notable durante los años 2012 y 2013. Las ventas de alimentación han venido cayendo casi ininterrumpidamente desde esa fecha, mes tras mes. Las Navidades han servido para comprobar que se tocó fondo en el tercer trimestre de 2013, pero el precio sigue siendo uno de los principales argumento de compra, por no decir el principal, y la sensibilidad a modificaciones de éstos sigue siendo aún muy elevada.
Numerosas voces en el sector han manifestado que la subida de los tipos del IVA puede poner en riesgo la esperada recuperación del sector. Activar el consumo debe ser el objetivo imprescindible para retomar la senda del crecimiento, sobre todo en este sector tan estratégico para nuestra economía. Tal y como se dijo en este blog, el presupuesto familiar se redujo en 4.000€ anuales entre 2007 y 2012 y la parte del mismo destinada a alimentación se contrajo un 8,2% en ese periodo. ¿Pueden las familias y el sector agroalimentario asumir una nueva subida del IVA en alimentación sin que esto conlleve graves consecuencias?