Esta semana se ha celebrado en Madrid #tecnomarketing 2012, el congreso del marketing y la estrategia comercial organizado por AECOC (Asociaciacion de fabricantes y distribuidores) bajo el lema “adaptarnos a un nuevo mercado” centrado fundamentalmente en la distribución y venta de productos agroalimentarios. Aunque os asitentes tuvimos la oportunidad de asistir a un gran número de conferencias de gran interés, la ponencia estrella era a priori la realizada por Tim Harford, economista y escritor del best-seller titulado “El Economista Camuflado”, un ensayo de obligada lectura para los amantes de la economía, sobre principios básicos de economía cotidiana, con un enfoque pragmático, que ha vendido 600.000 ejemplares en más de 25 idiomas. Tim Harford es además columnista del prestigioso periódico británico Financial Times.

He de reconocer que las expectativas creadas eran tan grandes que, en cierta manera, me dejó un poco “insatisfecho”. Sin embargo, apoyándose en una puesta en escena muy cuidada y gracias a una exposición didáctica y sencilla, expuso su teoría sobre cómo el método de experimentación basado en el ensayo-error es el que, a su juicio, ha funcionado históricamente en economía. “La economía dejó de funcionar cuando se decidió que algunas grandes empresas no podían fracasar; nos hubiera ido mejor dejandolas caer; hay que experimentar para progresar, siendo conscientes de que fracasaremos en muchas ocasiones”, dijo.

Me parece una reflexión interesante. Experimentar siginifica investigar e innovar. Muchos coinciden en que ese es el camino para salir de la crisis. La agricultura no debe ser ajena a este proceso. En la situación actual de crisis que afecta de forma importante al consumo, da la sensación de que los políticos y las personas con capacidad para tomar decisiones no tienen la certeza de cuál de los caminos a elegir puede ser el que nos lleve al fin de la crisis. La situación es nueva para muchos y no existen recetas que garanticen el éxito. Incluso parece que nuestros políticos estuvieran utilizando el método que propone Tim Harford a la hora de tomar decisiones (ensayo-error). El tiempo dirá quien estaba en lòo cierto y quien se equivocaba, pero mientras, el grado de desconfianza sobre la clase política sigue creciendo entre los ciudadanos y no está nada clara la magnitud del crédito del que disponen aún los gobiernos. Lo que está claro es que, tal y como reza el lema del congreso, deberemos estar muy atentos para adaptarnos al nuevo mercado. El problema es que aún no tenemos claro como va a ser este después de esta crisis sin precedentes.